La posibilidad de un canje de prisioneros en Colombia sigue en cero tras negarse nuevamente el presidente Alvaro Uribe a despejar los municipios de Florida y Pradera, tal como piden las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).Durante una reunión con empresarios en la ciudad de Cali, el mandatario consideró "inconveniente para el país" crear una zona de despeje como base para iniciar un proceso de diálogo con el grupo guerrillero para un acuerdo humanitario.
Así respondió a un comunicado emitido la víspera por las FARC, en el cual el grupo insurgente señala que consideraría designar al guerrillero Rodrigo Granda como verificador del despeje de esos dos municipios para emprender negociaciones.
Sin embargo, el mandatario no hizo alusión a la propuesta de las FARC con respecto a Granda, y se limitó a reiterar su idea de liberarlo para que cumpliera un papel importante como mediador en un posible proceso de paz.
Uribe consideró "un gran gesto" su decisión de excarcelar a más de un centenar de ex guerrilleros de las FARC, acción que el grupo insurgente la evaluó como una maniobra para ocultar los problemas del gobierno por los escandalosos vínculos entre políticos y militares.
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